lunes, 20 de octubre de 2014

Doble nueve, una curiosidad del dominó cubano



Un popular adagio dice que los cubanos o no llegan o se pasan. Y en el caso del dominó, se puede decir que se pasaron.

En buena parte de la isla, los cubanos juegan una variante de este juego, que para muchos es un deporte y para otros un entretenimiento, que nadie más practica en el planeta: el llamado doble nueve.

También en el Parque del Dominó de La Pequeña Habana en Miami, ícono del exilio cubano, se juega al doble nueve con notable asiduidad y pasión.

A diferencia del dominó tradicional -doble seis-, que se juega con 28 fichas, en esta modalidad se utilizan 55 fichas (30 pares y 25 impares) cuyos valores van desde el blanco cero hasta el doble nueve y que en total suman 459 puntos. Y se juega de forma distinta.

En cada "mano" (juego) del dominó cubano solo participan 40 fichas -diez por cada jugador-, mientras las 15 restantes permanecen a un lado de la mesa, "dormidas", sin que puedan ser vistas por ninguno de los jugadores.

Cada vez que comienza una nueva "mano", vuelven a revolver las 55 fichas, de modo que las 15 que quedan "dormidas" cambian regularmente.

El hecho de que los jugadores no sepan los valores de las fichas que quedan por fuera, aumenta la impredictibilidad y el carácter azaroso de esta modalidad, de acuerdo con los conocedores.

"Cuando coges tus diez fichas, quedan 15 fuera y es más difícil adivinar lo que tiene el otro", aclara Eddie González, jugador cubano de Miami que vivió 14 años en Puerto Rico, donde practicó el doble seis.

El 'dominosero' cubano Ernesto Antón, vicepresidente de la Federación Nacional de Dominó de Estados Unidos (Domino USA), con sede en la ciudad de Orlando, se ha preguntado miles de veces por qué sus compatriotas juegan esta modalidad tan particular.

"He tratado de averiguarlo. Vine muy joven a Estados Unidos, pero le he consultado a los jugadores más viejos, a los veteranos, y ninguno me ha podido dar una respuesta clara. Es algo muy curioso", dice Antón.

En su libro El dominó del doble nueve, el investigador cubano Migdonio Torres Romero afirma que esta modalidad es muy popular en La Habana, Pinar del Río, Matanzas, Cienfuegos y Camagüey, entre otras ciudades.

Sin embargo, Antón aclara que en la isla también el doble seis es muy popular. Según Torres Romero, el dominó tradicional se juega más en la zona oriental: Santiago, Guantánamo, Holguín.

Los primeros registros que se tienen del dominó se remontan a China, en el siglo X, se puede leer en la Enciclopedia Británica. Pero no está del todo clara la relación entre aquel primer y lejano antecedente y la versión occidental que conocemos ahora.

A mediados del siglo XVIII aparecen los primeros vestigios de este juego, particularmente en Italia y Francia. A partir de ahí, y con cambios respecto al original chino, el dominó comenzó a expandirse por el mundo y hoy es un juego que con sus respectivas variantes, goza de popularidad prácticamente en los cinco continentes.

A América llegó por la vía de los conquistadores españoles e ingleses. En la actualidad es una disciplina muy popular -en su versión tradicional de 28 fichas- en países de Latinoamérica y el Caribe. Pero solo en Cuba se juega la modalidad de 55 fichas.

"Si partiéramos de su existencia actual, de su práctica contemporánea, pudiéramos decir que los caminos de su creación conducen a Cuba", escribe Torres Romero en su libro sobre el doble nueve.

Para Ernesto Antón, "el doble seis es una ciencia y el doble nueve es un arte. En el dominó tradicional el cálculo y la precisión son muy importantes, en tanto que en el cubano, que lo juego más con mi familia y mis amigos, el elemento suerte o azar tiene mayor presencia, por las fichas dormidas, que no sabemos cuáles son".

Vale señalar la existencia de otras modalidades de dominó: doble 12 (91 fichas), doble 15 (136 fichas) y doble 18 (190 fichas). Se juegan en otras latitudes, sobre todo en los países asiáticos.

El puertorriqueño Manuel Oquendo, presidente de Domino USA, explica que en las competencias sancionadas por la Federación Internacional de Dominó -que agrupa a 22 países de América, Europa y Asia- se juega solo con el doble seis.

Cuba iba a participar en el XI Campeonato Mundial de Dominó, del 16 al 20 de septiembre de 2014 en México. Y naturalmente, los 'dominoseros' antillanos competirán en la modalidad tradicional, no en la cubana.

En cada campeonato los premios pueden llegar a ser de hasta 100 mil dólares. Oquendo señala que en alguna oportunidad intentó organizar un torneo de doble nueve en Estados Unidos, pero no tuvo éxito, porque la demanda fue escasa. Y añade:

"En los últimos siete años, nosotros como federación hemos apoyado y fomentado el doble nueve, que es muy popular entre los cubanos, pero no entre otros. Es que no lo juegan en ninguna otra parte del mundo. Y es difícil de jugar para quien no lo conoce".

Texto y foto: BBC Mundo, 20 de agosto de 2014.

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