miércoles, 16 de septiembre de 2015

Cremata y el Rey Berenjena



Se hicieron dos funciones inaugurales con el teatro lleno y gran alborozo, pero la segunda noche fue la última porque, mediante un panfleto enigmático y fulminante, el Gobierno cubano censuró la obra El rey se muere, una versión criolla con gesticulación y vocabulario habanero de la pieza del rumano- francés Eugéne Ionesco.

El director Juan Carlos Cremata (La Habana, 1961) ha dicho que se proponía que el público reflexionara acerca de la vida del Rey Berenjena Primero (Berenguer en el texto original) un dictador que controla el poder por más de dos siglos y, de pronto, sabe que morirá dentro de una hora.

El Consejo Nacional de Artes Escénicas no le creyó. Sus especialistas pudieron apreciar otros mensajes en la puesta en escena. Así es que se decidió la suspensión del espectáculo con una nota oficial resumida en este párrafo: "Atendiendo a las estrategias de desarrollo del arte escénico cubano, al diálogo permanente entre la institución y la práctica artística cotidiana, en pos de lograr estadios más propositivos entre las obsesiones poéticas de nuestros creadores y la política cultural de la nación".

Cremata, un polémico y reconocido guionista y director de cine y de teatro, respondió a la medida con un artículo en el que asegura que se trata de una "censura infame en nombre de un nacional socialismo", de alguna manera, "fascismo omnímodo, puro, absoluto e integral" que coarta, reprime sanciona, amordaza, atropella y oculta a los artistas por razones ideológicas.

El asunto es que tanto el público entusiasmado como los funcionarios enfurruñados creyeron o quisieron ver en el personaje del rey una imagen directa del dictador Fidel Castro. Y por eso se cayó el telón.

El director explica que sólo hablaba de la resistencia al cambio que puede verse en algunas estructuras de la sociedad cubana y que no intentó hacer referencia a ningún líder ni a ningún dirigente. Intentamos evitar esa referencia "aunque sabíamos de sobra que la lectura enfermiza de estos tiempo iría, por obligado, en esa dirección".

Cremata, que ha dirigido filmes como Nada, Viva Cuba y Oscuros rinocerontes enjaulados, cree que el comportamiento de la burocracia del Ministerio de Cultura es típico de un régimen dictatorial o simplemente caciquismo, "nepotismo ilustrado, arbitrariedad manifiesta y descarada".

Raúl Rivero
El Mundo, 14 de julio de 2015.
Foto: Juan Carlos Cremata, tomada de El Mundo.

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